lunes, 10 de diciembre de 2012

NOCHE, CARNE Y PECADO


En esta ciudad blanca, de farolitos coloniales, calles destrozadas y estrechas, tejados mohosientos y en ruinas; cada fin de jornada, al caer la noche, se da inicio a la creación de fisuras y remiendos “inmorales”, la emancipación de carne y pecado afloran en la sociedad morronga que la habita.

Las esquinas y portones de almacenes, se convierten en negocios pasajeros de putas, expendedores de droga y travestis, aquí no cuenta el horario, importa es el cliente, las ganas y el dinero, no discrimina por estatus, ni como trae el cuello.

Esta realidad que avergüenza y es digna de esconderse, que en ocasiones es despiadada y necesaria para muchos, la noche logra hacer buscarla por deseo.


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